Aunque “rebaje algo” de puntos porcentuales o base a la tasa que calcula Alejandro o impute costos por provisiones para riesgos, inversiones para prevenir fraudes y otros gastos particulares del plástico, la conclusión es irrefutable. Todo lo que consuma o invierta por esta vía le terminará saliendo exorbitantemente caro. Creo que no será sostenible por mucho tiempo la tradicional diferencia abismal entre las tasas de préstamos de consumo y las de tarjetas de créditos. Ojalá que el acercamiento venga por un proceso intenso de competencia en tasas en la industria bancaria, vía preferible a regulaciones de precios.
Datos personales
- José Alfredo Guerrero Bautista
- Bachiller Loyola (1974), Economia (Unphu,1980-Ms Ohio State,1989), Derecho (UTE, 2018). Experiencia laboral en bancos múltiples (BHD, Reservas, Global, Activo); Entidades Reguladoras (Banco Central, Superintendencia de Valores); Consultor, investigador y editor económico en entidades públicas, asociaciones empresariales y centros de investigación (Ministerio de Hacienda, Dirección General Crédito Público, Ministerio Relaciones Exteriores, ANJE, UNE y Fundación Economía y Desarrollo; Articulista prensa nacional (Hoy, El Siglo, Listín Diario y Acento).
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