“A recaudar funcionario eficiente,
aumentar la contribución
e imponer los nobles principios
que reclama la constitución”.
En ésta hemos comprometido al Estado para que brinde una oferta al por mayor de bienes públicos que, necesariamente, lo obliga a una cruzada impositiva de similar magnitud. El “secreto bancario” hoy peligra porque en su momento aceptamos sin protestar la eliminación del “secreto salarial” y obligar a las empresas, bancos incluídos, a ser “agente de retención”. Esta iniciativa de la DGII se inspira en arroceros pidiendo subsidios para socializar pérdidas; en caminantes incansables por el cuatro amarillo; el bachiller, descuadrado en grupo etario, que pide un cinco para consumir subsidios universitarios y otras decenas de demandas diarias por la población.
Se podrá evitar que la norma entre en efecto por filigrana de competencia legislativa, pero no disminuirá el afán de seguir recaudando mientras sigan las demandas exponenciales por bienes y servicios públicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario