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Bachiller Loyola (1974), Economia (Unphu,1980-Ms Ohio State,1989), Derecho (UTE, 2018). Experiencia laboral en bancos múltiples (BHD, Reservas, Global, Activo); Entidades Reguladoras (Banco Central, Superintendencia de Valores); Consultor, investigador y editor económico en entidades públicas, asociaciones empresariales y centros de investigación (Ministerio de Hacienda, Dirección General Crédito Público, Ministerio Relaciones Exteriores, ANJE, UNE y Fundación Economía y Desarrollo; Articulista prensa nacional (Hoy, El Siglo, Listín Diario y Acento).

miércoles, 26 de octubre de 2011

Discurso Padre Maza Graduación Loyola 1974














Nos reunimos esta noche para festejar un esfuerzo, encender una esperanza y expresar nuestro agradecimiento. Festejamos el esfuerzo de este grupo de estudiantes. Después de muchos ratos de zozobra, de fracasos y éxitos llegan esta noche a una meta importante en la vida: son bachilleres. Celebramos también la constancia de los padres y las madres por su apoyo moral y material. También ellos se gradúan esta noche después de miles de levantadas a preparar desayunos, y volver a despertar otra vez al que ya creían despierto, y discutir con aquel que preparaba sus fiestas como si fueran exámenes y los exánimes como si fueran fiestas... Esta noche es también de ustedes porque ellos han sido suyos desde siempre.






















Festejamos con alegría la labor ingrata y tediosa de los profesores, las profesoras, los Padres y Hermanos y todos aquellos y aquellas que con sus vidas, trabajo y afecto hacen posible esto que llamamos Loyola.














Nosotros también estamos de fiesta. Y están de fiesta también los amigos y las amigas, y las amigas más amigas que con su presencia y sonrisa más de una vez los han hecho pensar en el futuro seriamente.






















!Tanto esfuerzo no pasará!
























Pero este esfuerzo vuelto fiesta, esta tarea cumplida y celebrada es una invitación a empuñar más firmemente aún el arado Esta noche acaba una etapa y comienza otra. El esfuerzo de largos años nos deja un recuerdo agridulce, un papel, un fuego joven en el corazón y un saco de semillas. Todo está por hacer. Ahora hay que volver a sembrar en grande y arriesgar, valientemente, lo aprendido, lo vivido, para aprender y ser más. Pasará hambre, y con él muchos otros, el que se coma su semilla y no la siembre.













El esfuerzo de largos año les regala un barco y ahora es hora de hacerse a la mar y hacer con sus vidas un mapa de una tierra que nadie ha pisado aún. Lo que ustedes no siembren o naveguen, nadie lo podrá sembrar o navegar por ustedes. Ante Dios y los hombres ustedes son únicos.













Al celebrar su trabajo se enciende nuestra esperanza. Porque nosotros tenemos derecho a esperar en ustedes. Aquí hay algunos y algunas que llevan años apostando por ustedes sin mover la apuesta. Esperamos.



















Esperamos que crezcan y se realicen dentro de éste proyecto de vida que les hemos ido presentando al pasar los días. Sí, esta graduación tiene que ver con sus familias y el Colegio y también con La República. Esperamos que la vida de ustedes, sea una construcción de un país más justo donde todos sean gente y todos tengan. Ni el título de bachiller, ni ningún título, es patente de corso para enriquecerse a costa del país y de la ignorancia y debilidad de los. que  son mayoría. Que donde estén ustedes, arriba o abajo, brille la justicia, Y para construir la justicia no vayan a preguntarle a los opresores cómo se hace; ni a los que no quieren meterse en líos; ni a los que todo lo arreglan con gritos y políticas, y lo que quieren es un "quítate tú pa' ponerme yo". Ni le pregunten a los que dicen no tener nada que ver con la política, pero da la casualidad que son los beneficíarios directos del actual estado de cosas. Pregúntenles a los que sufren, conversen con los débiles, que ellos sean sus maestros. La vida universitaria les ofrece una magnífica ocasión para un diálogo serio con otros dominicanos. No puedo menos que recordar el diálogo fomentado por el actual Papa cuando era asesor de universitarios en la Universidad de Roma




















Que no se les vaya la vida universitaria solamente en protestar contra los que tienen las manos sucias Con amargura, frecuentemente, vemos que ésos que protestan tienen las manos limpias, porque no tienen manos ¿Por qué será que quedan tan pocos revolucionarios en los cursos de término? La sociedad los va haciendo entrar en la razón de la sin-razón. El monstruo ríe y goza con los gritos fáciles, y se alimenta de: proclamas, y construye más altas sus murallas con las piedras que le tiran a la ligera. ¡Que no sea así con ustedes! Hay un tiempo para todo, distingan los tiempos.



















Si esperamos que se comprometan en una lucha por la justicia, esperamos que sepan lo que hacen. El peor enfermo necesita el mejor médico.  Estudien con pasión y pongan al servicio de los demás lo estudiado. Dios maldice al que usa su saber como una estrategia para enriquecerse. Lo mejor del país, ustedes lo saben, no estudió en el Loyola. Lo mejor del país duerme la siesta de hambre en barrios y campos, pero ustedes pueden llegar a tener un lugar entre lo mejor del país si los sirven, cada cual desde su puesto. Escúchenlos, que ellos sean sus maestros para que así no llamen interés nacional a los intereses de un grupito. Nosotros esperamos que ustedes sean guerreros de las mil pequeñas batallas donde se juega el destino de esta isla. Ante sus ojós  pasará la República mendigando saber y competencia. Sírvanla y quiéranla mucho.
































Hemos celebrado el esfuerzo y manifestado nuestra esperanza, nos toca ahora darles las gracias. Me permito hablar en nombre de todos.  Ustedes también han contribuido y contribuyen a que nuestras vidas tengan un color distinto. Porque ustedes han enseñado a llamar a las cosas por su nombre, a huir de la hipocresía, a sentir en carne viva la injusticia. Ustedes son una generación que ha dicho no a los ídolos que la sociedad les ofrece y están en búsqueda. Gracias, porque ustedes nos liberan de nuestros ídolos baratos, Gracias por su inconformismo y su búsqueda. Ustedes nos obligan a buscar.















Ante la búsqueda de ustedes, una vez más les  presento a Jesús, razón de ser más íntima de muchos de los que trabajamos aquí. Ojalá compartan con nosotros la felicidad, la firmeza en el trabajo que nace de tenerlo a Él solamente por Maestro y Señor. Él los invita a estudiar para dominar las fuerzas de la naturaleza y ponerlas al servicio de los hombres. Y en fin de cuentas, la trayectoria de Jesús, su muerte y su resurrección, nos da derecho a esperar todo lo justo, todo lo noble y feliz, y nos arranca desde lo más íntimo un compromiso irrevocable e insobornable con nuestros hermanos los hombres.












Nos alegra verlos llegar hasta aquí. Que sean felices y hagan felices a sus familiares, a este grupo de hombres y mujeres que fueron, son y serán su casa y su colegio, a esta República que necesita con urgencia manos fuertes y honradas. Viviendo así le alegrarán el corazón a Dios. Él pone en ustedes su esperanza y su bendición, y todos nosotros también.












Santo Domingo, D-N,





Junio 1974





















5 comentarios:

  1. He llegado a este blog por casualidad y al leer este discurso no tengo la menor duda de que todos los graduandos de ese grupo eran, son y seran privilegiados de la vida y deben ser pilares de la sociedad, del pais y de la FE.

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  2. Querido José Alfredo, ¡qué alegría me da ver que conservas aquellas palabras en el Colegio Loyola! Todo el que haya caminado la Cordillera Central y sepa dónde nacen los ríos de esta tierra, espera mucho de ella y de sus hijos. Cada ola que se rompe nos recuerda la misma lección: las olas que formaron nuestras playas, pensaron al romperse que fracasaban. Sigan adelante, aquí hay mucha gente buena. Manolo Maza sj.

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    1. Estimado Padre Maza: Escribí un artículo sobre su gran amigo el Padre Montalvo, a raíz de encontrarme con el libro "Compadre Padre Juan", en la Feria del Libro Católico.

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  3. Cuanta emocion leer de nuevo esas palabras y recordar esos momentos.

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